En busca del queso perdido



Hay algunas personas que necesitan buscar estímulos en su vida. Existen determinadas personalidades a las que se les hace falta una meta para ir superando el día a día.
A veces son hitos importantes como escribir un libro, otras veces simplemente aumentar el tiempo de las carreras o aguantar toda la clase de zumba del gimnasio. Cada persona busca su propia meta y cada persona además, tiene una.
 Ni que sea seguir viviendo, ya se trata de un objetivo. Ni que sea superar el día a día, o salir adelante o hacer que tus hijos vayan bien a la escuela. Ni que el objetivo sea llegar al fin de semana para poder dormir hasta tarde, esto ya es una.
Y de objetivos o de metas también hay de conscientes y de inconscientes. Es decir, hay las personas que se los marcan como tal y hay que se los marcan, pero ellos todavía no lo saben. Es mejor no ser consciente de lo que buscas? Quizás si, porque en el supuesto de que no lo consigas la frustración no es tan grande.Pero por otro lado, desde el momento en que no llegas al objetivo siempre se genera cierta frustración, seas consciente o no de la meta que buscas. 

 En cambio, cuando uno sabe qué busca, es capaz de rectificar el camino para conseguirlo en la próxima ocasión. Si la persona lo anela pero no sabe que realmente lo quiere, va dando golpes de palo ciego.
En fin, que creo que todos buscamos y alargamos la mano para conseguir algo. Incluso el ermitaño anela que se mantenga su tranquilidad así como una urbanita puede anelar el bolso de Channel del escaparate por delante del cual pasa cada día.
Y si lo que se quiere, y si lo que se busca es un queso? Si, si, un queso, de la categoría de los lácteos.
Es de verdad. Conozco una persona (de mi entorno más cercano), la vida de la cual podríamos titular como “ busca del queso perdido”. Es un caso curiosísimo, digno de estudio.
Esta persona ha manifestado verbalmente que no le gusta el queso y de hecho, ha rechazado ensaladas en las cuales yo había puesto.
Cualquier plato cocinado con queso, él tiene un detector que al instante le hace saltar la alarma.
- Uff! Lleva queso!- y aparta el plato.
Hasta aquí podríamos pensar que se trata de una reacción muy normal, la de alguien que detesta este alimento. Lo que no se acaba de entender muy bien, es que al abrir la nevera de su casa siempre encuentres queso!Vayas el día que vayas, los alimentos pueden variar. Un día hay más huevos, otro día más lechuga o jamón , o no hay refrescos pero lo que nunca falla, lo que siempre está allí, siempre, es algún tipo de queso.
 Los Baby bel nunca fallan, con una bolsa siempre puesta a la puerta de la nevera, junto a las mostazas y algún frankfurt. No sé quién se los debe de comer o si debe tirar los que caducan para volver a reponer otra bolsa. Esto por un lado pero cuando miras al frente, más queso está allí, impasible, esperando su hora como sí de un condenado a muerte se tratara.
Lo que no sabe el pobre queso es que antes morirá de viejo que de pena de muerte. Con la ilusión que le hacía pasar por una boca humana, pobrecito!
A menudo, lo coge de la nevera y te lo regala:
- Toma, que no me gusta.
Cada vez es la misma escena, cada vez el mismo ritual. Al principio yo le decía:
Pero porque te lo compras?Y os bien aseguro que, de todas las veces, nunca obtuve una respuesta bastante convincente o de hecho...a estas alturas, no sé qué respuesta obtuve. No os lo sabría decir.

A veces lo hablamos con su mujer, y a la única conclusión que hemos llegado es que Joan se dedica a la “búsqueda del queso perdido”.
Estoy segura que lo seguirá buscando y seguirá comprando más y más quesos, en ferias en supermercados y allá donde haga falta.
Del mismo modo que sé del cierto que no lo encontrara nunca, nunca le gustará ninguno de los que compre por la sencilla razón de que no le gustan los quesos. Y punto.
Así que por su dedicación, por su búsqueda incansable, por su esfuerzo y sobre todo, por el pobre queso, le dedicaremos a Joan este pastel de queso!

Un día fui a tomar un café en una deliciosa cafetería de Barcelona y quería algo dulcito. La camarera me aconseja un trocito de cheese cake pero en mi cabeza me viene la imagen de aquellos pasteles de queso en polvo, de Nestle y que tienen la barra de decir que son caseros. Debe de ser por que mezclan los ingredientes porque sino no lo entiendo.
En fin, que la camarera me dice:
Nooo, este es un New York Cheese cake!
No probé nunca cosa tan deliciosa. Evidentemente al llegar a casa el primero que hice fue buscar recetas. La que más me convenció fue esta de Directo al Paladar. Espero que os guste tan como mí!

NEW YORK CHEESE CAKE
Ingredientes para la masa:
16 gr de levadura química
330 gr de harina
60 gr de azúcar
1 cucharada de piel de limón
80 gr de mantequilla
80 ml de agua
1 huevo
Método:
Ponemos en un bol la harina, la levadura, el azúcar y la piel de limón en un bol y lo desmigamos con las manos. Lo haremos hasta que no se puedan diferenciar los ingredientes.

Después añadimos el huevo batido y el agua. Amasamos hasta que quede una masa espesa y uniforme y ponemos en un bol. Dejamos reponer a la nevera durante media hora.
Precalentamos el horno a 210ºC.
Pasada esta lo sacamos, enharinamos una superficie y trabajamos con un rodillo hasta hacer una superficie suficiente para cubrir un molde desmoldable de 22 cm. Encima de la masa ponemos papel de horno o de plata con un peso encima (yo he puesto un kg de garbanzos) y horneamos 10 min a 190ºC. 


Sacamos del hornoy retiramos el peso y horneamos otros 5 min.
Sacamos del horno y dejamos reponer hasta que se enfríe.
Ingredientes para el relleno:
750 gr de crema de queso (Philadelphia)
230 gr de azúcar
60 gr de harina
2 cucharaditas de piel de limón
4 huevos
170 ml de nata
Bajamos la temperatura a 150ºC.
Batimos la crema de queso, el azúcar, la harina, la nata, y la ralladura de limón hasta obtener una mezcla suave.
Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo después del adición de cada uno.
Llenamos el molde y horneamos 1 h y 25 min a 150ºC. Dejamos enfriar y ponemos en la nevera unas horas.
NOTA:
- Al batir los ingredientes del relleno se tiene que hacer con mucha cuenta para no incorporar aire, puesto que sino el pastel se cuartearà.
- Podemos dejarlo enfriar en el mismo horno con la puerta medio abierta.




CONVERSATION

4 comentarios:

  1. Ciertamente hay gente que no le gusta el queso y Joan es uno de ellos.Probaré sin duda tu receta de Cheese Cake.Saludos

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    1. Muchas gracias guapísima por visitar mi blog i hacer un comentario! Me alegráis el día!
      Te saldrá genial! Tanto que no podrás parar de hacerlos! Ya me contarás!

      Besos!

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  2. La New York Cheesecake me vuelve loca y aquí nos presentas una tarta maravillosa y deliciosa!!! Que ganas me han entrado de comer ese trocito!!!

    Un besito,
    Sandra von Cake

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    1. Aixxx si, harta de probar aquellos de sobre horribles...menuda diferencia! No podia parar de comer i comer!!!!
      Muchos besos guapa!

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