Una historia de amistad al lado de un pastel



Seis amigas en una mesa de un restaurante del casco antiguo de Tarragona. Seis amigas, seis chicas, seis historias diferentes. Momentos vitales opuestos y en cambio, puestos en común ante una comida y una copa de un aceptable vino de la casa.

Cada una arrastra un pasado y un presente, cada una con alguna arruga que explica una historia de sufrimiento o de una risa desmesurada. Brindis inicial en el que se pregunta con nervios “perque brindamos?”.

- Por todas! - dice una de ellas.
- Bueno, y por mí - dice Anna, seguido de unas risas de las seis. 


Anna ha dejado de fumar, o cómo dice ella “ahora fuma menos” y de vez en cuando suelta alguna.
Se ve que se ha ayudado de unas pastillas para dejarlo y dice que se ha desprendido de todo tipos de empatía! Está bien. Empatía 0 = sufrimiento 0.
Ella dirá lo que quiera pero creo que es de las personas que mejor escuchan y con quien más cómoda me siento hablando, así que bienvenida “falta de empatía” si es que es así.

He salido a las 21 horas de trabajar y he llegado mucho justito, siempre corriendo, siempre con el tiempo justo. Pero ellas me esperan pacientemente, a la estresada del grupo.

- ¿Cómo estás Neus?
Martina me pregunta antes de que yo lo pudiera hacer hacia ella. Me sorprende que con todo lo que está pasando tenga en cuenta “ cómo estoy yo”.

Intentamos escoger una ensalada para picar en medio. Es más difícil del que parece. Lo conseguimos.

-Me voy a hacer el camino de Santiago. No soporto estar más aquí
- dice Martina con un gesto un poco derrotado.

No se lo digo pero en el fondo de sus ojos veo ganas de salir adelante, veo fuerza y sé que le irá bien.
- Te irá genial guapi. - le digo mientras le aconsejo que se lleve impermeable.


Finalmente escogemos la carta y nos conseguimos poner de acuerdo. Anna se levanta para ir al lavabo.

-Si viene el camarero le decís que espere que falta una.- me dice, recordándonos que falta lMaria para llegar.

El agujero que deja Anna hace que vea directamente a Stefi, el motivo por el cual saco el tiempo y las energías que no tengo, para salir a cenar. Alemana que después de unos años de vivir aquí volvió a su país. Dijo que seguiríamos en contacto y así ha sido. Viene muy a menudo y hace que todas nos veamos más. Amiga fiel de una nobleza extraordinaria.


Explica que la vida le sonríe y es verdad. Me la miro, con aquellas mejillas sonrojadas de haberse tumbado todo el día al sol y los ojos le brillan. Ha estado en Portugal con Jonathan y la veo ilusionada.

Mientras lo explica recuerdo a Martina y la miro. Su chica la acaba de dejar, sin esperarlo después de cuatro años de relación. La situación de Martina es tan difícil que su chica era también su amiga, su apoyo, su bastón y su ilusión. Perder todo esto de golpe es muy duro y ella está aferrándose muy fuerte con los dedos a la pared del pozo, con todas sus fuerzas para no caer al fondo.

No nos han traído el primer plato y ya van dos copitas de vino. Estoy cómoda, con ellas charlando y riendo.
Holaaaaa, ya estoy aquí...
Llega Maria, después de dos horas de spinning.

- Eh y no nos ha regalado ni diez minutos de descanso! Estoy muerta.

“Ya podemos pedir”, creo que es lo que pensamos todas; al margen de la alegría de verla, estamos muertas de hambre!

- El otro día un conocido mío me dijo que había dos realidades: la realidad normal y la realidad intelectual.
- Cómo? Qué es la realidad...intelectual?
- me pregunta Montse con una media sonrisa a la cara.

Hoy también parece cansada. Montse estudia y estudia y es mala época ahora. Tiene que hacer trabajos y más trabajos que ha ido aplazando algunos Domingos.
Tendría que marchar a casa a hacer trabajo...pero va, me quedo un rato más” la escuchaba mientras jugábamos a voley playa, casi las mismas que estamos a la mesa. Aún y el cansancio, no para de sonreír o de reír o incluso, de morirse de risa! Es la persona con la sonrisa más fácil, da gusto contarle cualquier sandez porque sabes que te lo volverá con una de estos.
 

- Es cuando una madre dice “mira que guapo es mi hijo” y resulta que cuesta de mirar el niño - responde Anna y la su no-empatía, con el tiempo que yo he utilizado sólo para coger aire. Ha sido una deducción pero resulta que la ha acertado. Qué es lista!!! Y guapa.

“ Tú eres guapa, tía” le dije un día mientras entrenábamos. Me parece que no le gusta mucho que se lo diga pero creedme que es verdad.

Nos traen los platos, muy buena pinta. Copita de vino arriba y abajo. El ambiente se caldea, se alarga y en cada momento me siento más y más a gusto.

Un día en el que no podía parar de llorar y un amigo ya no sabía que decirme para que parara- cuenta Martina.- Con toda su buena voluntad va y me dice “ Tía, míralo miedo el lado bueno, puedes hacer lo que quieras, cuando quieras y tienes un piso para ti sola!.

Nos cuenta Martina, entre risas, que en aquel momento aquello la desconsoló todavía más y recuerda como miró a su amigo mientras la palabra “sooolaaaa” aparecía en su cabeza en forma de eco infinito.
Y entonces si, se hundió algo más.

Maria parece contenta y tiene una sonrisa continua dibujada en la cara. Antagonismo de Martina que podría estar pasando su peor momento.

Nos acabamos el plato, resulta buenísimo. No sobra ni una migaja. Y tampoco de vino, que vuela.

- Estoy con un chico - nos sorprende Maria. Después de pasar por una ruptura ahora ella representa la otra cara de la moneda. La de mujer recuperada, independiente, feliz. La de mujer enamorada.

Peeeero …..

- Me preocupó un poco la edad...
- Que tiene 40? - me salió rápidamente. Para después decirle, tía no pasa nada, la edad no es un impedimento.
- No. 25

Silencio. En aquel momento miro a Anna y me doy cuenta que estamos más cerca de los 40 que de los 25. Maria se pasa los minutos siguientes justificando la relación explicándonos que él es muy maduro, que mira la Stefi (también tiene la misma edad) que bien...

No me sirve nada de lo que me explica, sólo me sirve verle aquellos ojitos de enamorada y feliz. Y si no funciona, y qué? Sufriremos pero también habrá vivido una bonita historia de amor. Se le llena la boca de él, de cómo es, de que dice, de que hacen...mientras a nosotros se nos llena de magníficos creps de Nutella.

Y yo? Pienso. Yo con la casa llena de cajas, mi vida hecha un caos, con un negocio que funciona, una pareja que también (crucemos los dedos), soy la estresada del grupo. Suerte tengo de ellas que hacen una terapia en cada uno de estas cenas.

- Sabéis? Que estoy cansada del voleibol, de la competición, de los desplazamientos...pero no lo quiero dejar por vosotros. No soportaría no tener estos momentos.
-Esto es muy bonito -me contesta Maria mientras siento que Anna me pasa la mano por la espalda.
Finalmente para este post tan bonito, un pastel bonito, el que le hice por el aniversario de la Stefi. Después de pensar qué seria lo más adecuado me vino a la cabeza el famosísimo pastel de rosas de Y am Baker. Es Stefi total, pensé.

Si entráis veréis que tiene colgado incluso un tutorial donde explica como hacerlo! Creo que es el pastel más hecho de la historia, y sí, yo también he caído y lo he hecho. Si no la haya, reviento!
Yo he hecho cambios en la receta y sobre todo el buttercream. Pensáis que a la hora de comer queda muy frosting y si el feudo excesivamente dulce cuesta de tragar. Por eso yo hice un swiss meringue, que encuentro que no empalaga tanto.

PASTEL DE ROSAS DE VAINILLA Y FRESA

BIZCOCHO


Ingredientes:

290 gr de harina de repostería
2 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
1 cucharadita de bicarbonato de soda
1cucharadita de sal
4 huevos
300 gr de azúcar
3 cucharaditas de extracto de vainilla
250 ml de aceite vegetal
250 ml de buttermilk

Método:

Precalentamos el horno a 170 º. Preparamos cuatro moldes con mantequilla y harina o con spray antiadherente.

En un bol aparte tamizamos la harina de repostería, la levadura, el bicarbonato y la sal.

Al bol de la batidora eléctrica añadimos los dos huevos  y batimos entre 10-20 segundos. Añadimos el azúcar y continuamos batiendo a velocidad mediana durante 30 segundos. Añadimos la vainilla y el aceite y seguimos batiendo.

Bajamos la velocidad y despacio vamos añadiendo la mitad de la mezcla de harina. Añadimos después la mitad del buttermilk, después el resto de la harina y acabamos con la otra mitad del buttermilk. Batimos hasta que todo esté integrado.

Si queremos colorearlos separamos cuatro partes iguales y teñimos cada una de un color.

Llenamos los moldes por igual y ponemos al horno durante 20 minutos.

Dejamos enfriar al molde durante diez minutos y después los pasamos a enfriar a una rejilla.

SWISS MERINGUE BUTTERCREAM DE FRESA:

Ingredientes:
8 Claras de huevo L
400 gr de azúcar
575 gr de mantequilla
15 ml de extracto de vainilla
1/2 cucharadita de sal

1 cucharada de pasta de fresas

Método:
Seguís este TUTORIAL.

MONTAJE:

Para montar el pastel, son tres pasos básicamente.

1. Dar el paso “tapamigas” , como si fuéramos a hacer un layer cake. Lo encontraréis aquí.
2. Dejamos enfriar durante 1/2 hora a la nevera
3. Aplicamos el buttercream en forma de rosas, como expliqué al tutorial “comohacer un cupcake”


NOTAS:

- I am Baker tiene colgado un excelente tutorial para que salga un pastel de rosas perfecto.
- Record
ads¡ que el buttermilk se hace: berrejant 250 ml de leche desnatada o semidesnatada con 15ml de vinagre blanco. Se deja reponer durante diez minutos y ya está.

- Pasta de fresa esto

CONVERSATION

4 comentarios:

  1. No sólo me ha encantado la tarta rosado que has preparado si no vuestra historia de amistad Neus!!! Es genial seguir así las 6!!!

    Un besito,
    Sandra von Cake

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    1. Muchas gracias Sandra! Ando un poco ajetreada estas semanas pero en cuantito pare un poco, tengo unas ganas locas de visitar tu blog!Seguro que me estoy perdiendo muuuuucho!

      Besitos!

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  2. Claro que he visto los cambios y tengo que decir que desde mi punto de vista tu blog va mejorando cada día. La idea de las recetas de la abuela es genial!! Hablamos cuando quieras.

    Besitos

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    1. Gracias mi niñaaaaa! Tus ideas fueron geniales!

      Te mando un privado para hablar...
      Besitos

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