Hay lugares cálidos, lugares íntimos, lugares llamados Viavins. Cupcakes de Pedro Ximénez y arándanos.


Vivir en un lugar de playa durante todo el año no es nada fácil. Sé que para los que vienen de temporada les resulta difícil de creer pero es así.
Toda aquella vida, aquel movimiento de gente, aquellas voces por la calle, aquellas terrazas llenas de familias, sentados a primera hora los que les gusta desayunar prontito con su periódico con la tranquilidad de la buena mañana. La luz, el calor, la playa...todo adorna un bonito escenario veraniego que llega año tras año por los habitantes de la zona. 

 Siempre llega, siempre. Con más calor, con menos, más gente, menos....pero siempre llega.
Y en medio de este ambiente que no deja de ser caótico estamos nosotros, los que vivimos todo el año, trabajando, y que no podemos disfrutar ni de las terrazas, ni del solo, ni de nada de nada.
Con el Octubre llega el fresquito y con ella, se marcha la poca gente que queda, las tiendecitas cierran, restaurantes de primera línea de mar bajan persianas. Nos queda todo para nosotros, la playa entera, el paseo, las calles como si todo fuera virgen, como si nunca nadie supiera la existencia de nuestro paraíso. 

Ya hace frío, ya noto la humedad en la piel y en los huesos, aquella sensación que cala y que por mucho que te tapes nunca cesará. Me levanto el cuello de la chaqueta para abrigarme algo más. Me he olvidado la bufanda en casa y ahora la echo de menos pero el frío no será un impedimento para esperar a Pili, después de un año sin verla. Coulant me acompaña, es imprescindible para ella, será una prueba de fuego por si él la recuerda. La última vez que la vio tenía cinco mesines.
El ambiente frío parece como si incluso se pudiera pintar en un lienzo y poner el olor dentro un pequeño bote de perfume, de cristal, de aquellos que cuando las tocas son fríos.

Coulant a mi lado, totalmente impasible, parece como si no sintiera el frío.
- Creo que él no tiene- me dice Ferran.


Y finalmente mi hermana baja del coche. Me acerco a ella y también está helada. Nos abrazamos un rato y me la miro, la escaneo. Que si tiene el cabello más largo, que si está más delgada, que si tiene al piel tan bien....
Y después tanda de preguntas: me ves más gorda?, crees que me queda bien así el cabello?
Mientras preguntamos no escuchamos la respuesta, mientras hablamos cargamos bolsas hacia casa, mientras hablamos del trabajo hurgo en su maleta, mientras pregunta por la familia nos damos “regalitus”....
- Adiós, hasta mañana! – digo con gusto.
Sólo los que tienen personas cercanas viviendo en zonas lejanas, saben la importancia de estas tres palabras.
Y partir de aquel día, pasado el jeg lag, las ansias de tortilla de patata y pan con tomate, empieza nuestro ritual.

 A ella se le debe de hacer todavía más pesado aclimatarse a nuestro invierno, a nuestra falta de gente, a nuestra oscuridad y a nuestro frío...
Por que sí, se hace difícil vivir durante esta época. Se hace difícil no encontrarte a nadie por la calle, no ver vida, no ver luces en medio de la noche. En todo este desierto de calma y oscuridad se levanta una pequeño oasis de luz, entre las calles ahora ya apagadas del barrio.
Hay un pequeño punto de luz, un pequeño punto de calidez que nos recibe cada invierno. Un lugar que, como Noviembre, es testigo de nuestro reencuentro, de nuestras historias, de nuestras vivencias.
Por que hay lugares cálidos, lugares íntimos, lugares que llamamos Viavins. Este pequeño establecimiento se levanta todo el invierno en medio de la oscuridad que los otros han dejado.
 

 Cuando abrimos la puerta de aquel pequeño local lo abrimos también a una larga conversación ante una buena copa de vino. Ritual indispensable entre dos hermanas, momento de soledad buscada en un pequeño espacio abarrotado de gente.
Un platito de parmesano a dados acompaña la copita o las copas de vino tinto, que a menudo nos acaban enturbiando la mente y a veces las palabras.
Voces tenues, apagadas por una suave música de jazz. Todo el mundo habla con calma, con suavidad, con ligereza, como si se tratara de la carta de presentación de los clientes. Al fondo se esconde una bodega que te invita a aprender de vinos.


Ni un día, mientras Pili está, faltamos a nuestra cita con el vinet, a nuestra cita con el oasis de jazz, con el silencio ruidoso o el ruido apagado del Viavins.
Joan corta el embutido al lado, delicadamente, como si se tuviera que romper. Seguidor de mi blog, a menudo para su tarea para comentarlo.
Aquel día me sorprende gratamente con una proposición.

- Oye, y si haces un cupcake Viavins?

CUPCAKES DE PEDRO XIMENEZ Y ARÁNDANOS
Para 12 cupcakes


INGREDIENTES POR EL PAN DE PELLIZCO:

220gr de azúcar
120 gr de mantequilla, a temperatura ambiente
1 culleradeta de extracto de vainilla
3 huevos
160 gr de harina
60 gr de cacao
150 ml de buttermilk
36 arándanos

MÉTODO:
Precalentamos el horno a 150º. Preparamos las cápsulas.
Tamizamos la harina, el cacao y la levadura y apartamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté integrado y la mezcla quede blanquinosa. Después añadimos los huevos uno a uno, batiendo cada vez que añadimos.
Añadimos la mitad de la mezcla de la harina. Seguidamente  ponemos el buttermilk y la vainilla.
Finalmente acabamos de poner el resto de harina. Batimos a velocidad baja hasta que todo se haya integrado.
Repartimos la masa, llenando 1/3 de las cápsulas. Una vez llenas ponemos tres arándanos en cada cápsula. 



Horneamos 22-25 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
Dejamos enfriar 5 minutos al molde y después lo pasamos a una rejilla.

ALMÍBAR DE PEDRO XIMENEZ
100 ml de agua
100 ml de azúcar
1 cucharada de Pedro Ximenez

Ponemos el agua y el azúcar al fuego hasta que llegue a punto de ebullición. Retiramos del fuego y dejamos reponer 10 minutos. Añadimos la cucharada de Pedro Ximenez.

BUTTERCREAM DE PEDRO XIMENEZ
100 gr de mantequilla
100 gr de azúcar glas
4 cucharadas de reducción de Pedro Ximenez (ponemos 150 ml de Pedro Ximenez al fuego lento y dejamos que se transforme en una consistencia espesa).

 Ponemos la mantequilla y el azúcar al bol de la batidora y batir a velocidad baja durante 2 minutos. Aumentar a velocidad alta y batir durante 5 minutos.
Añadir las cucharadas de Pedro Ximenez y batimos hasta que se integre.

MONTAJE:

Agujereamos los cupcakes con un palillo por toda la superficie. Mojarlo con el almíbar.
Decoramos con una boquilla 1 M de wilton.

CONVERSATION

6 comentarios:

  1. No sabes cómo te entiendo!!! En mi pueblo pasa lo mismo!!! En los meses de primavera y sobre todo verano hay gente hasta debajo de las piedras pero es empezar a refrescar y se va todo el mundo, las playas se quedan vacias... vamos tal cual lo que dices!!!

    Pero que ricos y hermonos cupcakes nos has puesto, ehhh???

    Un besito preciosa,
    Sandra von Cake

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    1. Jajajaja! Pues ya sabes a lo que me refiero! Da incluso como penita,no? jajajaja

      Muchos besitos guapa y muchas gracias por estar siempre por aquí!

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  2. Trobo que combinar Pedro Ximénez, xocolata i nabius és una ideal espectacular...i ja m'agradaria menjar-ne ara mateix un exemplar d'aquests entonats cupcakes!!! A mi, la platja (sóc mig de Blanes), com més m'agrada és quan ha marxat l'allau de turistes, i el passeig esdevé un lloc solitari on el principal company és la remor de les onades! Petons!

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    1. Fa un any i mig vag estar un cap de setmana a blanes i em va encantar! La veritat és que ens quedem molt tranquils però reconec que em costa adaptar-me tant a que vinguin com a que marxin! jajajaja

      Gràcies per tot guapíssima, ja saps a que em refereixo! Muas!

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