De padres que son héroes y cupcakes eggless



Caminando por largos y blancos pasillos no puedo evitar estar nerviosa. En cada paso aumenta la sensación de respeto hacia aquel padre que camina ante mí.
Media hora antes le preguntaba a Ferran si no estaba nervioso. Él me decía que no, por tranquilizarme, pero sí lo estaba; lo conozco.
 Ante una gran puerta de color azul nos paramos. Mi amigo, el padre, se gira para indicarnos que es allí. La puerta nos separa del pequeño, que lucha contra la enfermedad en una cama del rincón de la sala. Unas letras de colores, anuncian la palabra "semicríticos" intentando con aquellos colores, hacer más llevadero el significado.
- No es necesario.... - le digo al padre antes de entrar.

 Se lo digo, pero me muero de ganas de ver a nuestro pequeñito, al pequeño y el primero de la pandilla. Tengo ganas de ver que está, después de pasar una semana de auténtica incertidumbre. Las visitas a semicríticos, estrictamente reguladas, son más permisivas que a la UCI, donde estaba hacía sólo un día.
Avanzo por la sala y me lavo las manos en la pica que hay antes de llegar a él.
Estiradito en aquella diminuta camita respira todavía con dificultad. Miro todas las bombas y monitores que funcionan detrás suyo, que nos indican que, de momento, todo va bien. Lo saludamos pero no tiene ganas de hablar, está cansadito y no se encuentra bien. No puedo evitar pensar que cualquiera de nosotros en aquella situación, seguramente lo llevaríamos mucho peor. 

 Mientras miro sus manitas y su mirada las palabras de su madre resuenan en mi cabeza, cuando entre llantos me decía por teléfono que derivaban su pequeño de 3 añitos a San Joan de Déu a riesgo de que hiciera un choque tóxico.
Una simple enfermedad común se complicó en su y en nuestro pequeño y estaba muy grave.
"Está muy mal Neus. Está a la UCI, sedado, le han drenado el pulmón. La infección le ha pasado a la sangre. Para saber si reacciona al tratamiento tenemos que esperar entre 48 y 72 horas." Me dice la madre con su voz dominada por el miedo y la incredulidad de que lo que está pasando es una pesadilla de la que tenemos que despertar.
Aquella noche no duermo bien, no descanso. Por la mañana hablo con ella. Todo sigue igual. Pienso que esto es bueno, no empeora.

 El pequeño mira la televisión mientras yo me lo miro a él y su frecuencia respiratoria. Miro el padre, que observa su hijo con una mezcla de preocupación y orgullo. Tienen cara de cansados, cara de agotados, no por no dormir bien, es la cara del sufrimiento, de la angustia mantenida que ahora parece que nos da un poco de tregua. Unos metros más allá está la sala de la UCI donde veo padres sentados, con cara de abatidos, cara de esperanza, cara de preocupación, esperando que llegue la hora de ver a su pequeño. Cuando finalmente ésta llega se levantan ordenada y silenciosamente mientras avanzan hacia el lavamanos. Entran y los pierdo de vista.
 Nuestros amigos nos explican la extrema dureza de los primeros días y cómo coges fuerzas de donde sea. Recuerdan una frase que les decían los médicos de la UCI cuando ellos les preguntaban si su pequeño estaba igual que ayer, sin evolucionar. Su respuesta era "está igual pero con un día más, y esto ya es mucho" y a esta frase se aferraban.
Estar entre aquellas paredes, entre aquellos pasillos, entre padres angustiados, entre familiares que caminan pasillos arriba y abajo, entre niños que luchan por respirar, entre pequeñas personitas que todavía no tendrían que sufrir, entre pequeños que no saben que les está pasando . Y después te das cuenta de todo, te das cuenta que no todo siempre sale bien. Que estamos acostumbrados que todo ruede a nuestro alrededor y no siempre es así y la vida tiene una dura forma de demostrarlo.
Y te das cuenta que hay padres que sufren, padres que luchan día a día mientras nosotros nos seguimos quejando de sandeces, padres que duermen noche tras noche en un asiento incómodo, padres que viven pendientes de un monitor y de las palabras de un médico, padres que cogen la mano de su hijo y ven que la frecuencia cardíaca aumenta a pesar de estar sedados, padres que soportan con dolor el dolor de su hijo, padres que lloran en el pasillo, padres con la mirada perdida. Al padre se le humedecen los ojos cuando me explica que de todos los que están allí, ellos se pueden considerar afortunados y me comenta que hay padres muy valientes con dramas y que los admira.
Miro a mis amigos desde la distancia mientras hablan con Ferran; él con los cabellos rizados despeinados y ella con ojos de cansada. Y mientras los miro, los admiro y pienso que en aquellos pasillos hay auténticos héroes que cuidan y esperan la recuperación de unos pequeños supervivientes. Y que tengo delante dos valientes, dos de estos héroes que han pasado por una situación de pesadilla, dos padres coraje que, lejos de decaer, han cogido carrerilla y han decidido salir adelante cogidos de la mano de su pequeño, que ahora ya está mejorando.
Enhorabuena padres y enhorabuena pequeño!
 En este post haré unos cupcakes sin huevo. El pequeño de la pandilla, es a alérgico al huevo, es muuuuuy a alérgico al huevo así que le dedico estos cupcakes para él!
Esta receta está modificada de Mariasmenu.
CUPCAKES DE CHOCOLATE SIN HUEVO

Ingredientes:
370 gr de harina normal
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de levadura en polvo
430 de azúcar
170 gr de mantequilla ablandada
240 gr yougurt a temperatura ambiente
125 ml de leche caliente
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
Pre-calentamos el horno a 180º. Preparamos las cápsulas al molde.
Tamizamos la harina, la levadura y el bicarbonato y apartamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar, el yogurt, la leche y el extracto de vainilla hasta que quede una consistencia uniforme y cremosa.
Añadimos la harina y batimos hasta que se integre. Llenamos las cápsulas, no más de 2/3 . Ponemos al horno entre 10 y 15 minutos.
BUTTERCREAM LÍQUIDO DE CHOCOLATE
Ingredientes:
113 gr de mantequilla
56 gr de cacao en polvo
270 gr de azúcar glasé
80 ml de leche
Método:
Deshacemos la mantequilla y añadimos el cacao en polvo. Añadimos el azúcar y la leche alternadamente hasta que adquiera una consistencia adecuada. Añada la vainilla.

NOTAS:
- La receta dice que salen 12 cupcakes de medida estándar. A mí me han salido unos 18.
- La mantequilla dice que se tiene que poner ablandada, así que la dejé bastante rato a temperatura ambiente. Errooooor!! Ponedla unos segundos al microondas porque sino, no hay forma humana de que se deshaga.
- A ella el buttercream le quedó mucho más líquido y eso que le puse casi la mitad de azúcar de lo que ella indica. Cada cual, a su gusto!
 

CONVERSATION

4 comentarios:

  1. Unos luchadores, eso es lo que son los padres y el pequeño!!! Espero y deseo de todo corazón que el más pequeño de la pandilla se recupere pronto!!! Has tenido un bonito gesto y seguro que quedó encantado con esos cupcakes especiales para el!!!

    Mucho ánimo y un beso enorme!!
    Sandra von Cake

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    1. Hola guapísima! Pues todo ha ido genial y el pequeñito ya està en casa. Fuera de peligro aunque seguirá con controles. Muchas gracias por tu palabras guapa!
      Besitos!

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  2. ay Neus,lo de los niños te encoge el alma ( si es q el alma encoge ) hace poco hemos estado con mi peque a La Paz a Madrid para operarlo..y qué valientes son!!después de seis horas de quirófano dijo:mamá,pero cuando comemos??llevan tres días sin darme nada..en ese momento se te olvida todo. Y más cuando ves ,lo que hay allí..lo tuyo no es nada,das gracias por eso y porque te puedes ir para casa como si nada..y no todo el mundo tiene esa suerte...besos

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    1. Hola guapa! Que precioso tu peque, y que alivio que veas que después tenga hambre verdad? Espero que lo de tu peque no haya sido nada y se recupere pronto!

      Muchos besos guapa!

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