Grupos, Subgrupos, Paragrupos Y Pancakes



Buenos días!!!! Buenos días!!!!
Una voz dentro de mi repite esta frase, como si fuera el eco del locutor de la radio que no para de llamar con efusividad.
Entre legañas siempre me he preguntado como pueden tener esta energía a aquellas horas.
- Es que ya hace unas cuántas que van por el mundo- me dijo un día una amiga. Y yo pienso "y qué? " Habiendo madrugado tanto tampoco tendría los ánimos para animar a la gente a aquellas horas.Realmente a mí no me anima, nada en absoluto. Me inquieta, me despierta con aquel tono de voz, con aquellos gritos que parece que se acabe el mundo.
Pongo los pies en el suelo frío mientras aquel hombre sigue hablando y hablando. 
 Y entonces aparece aquel momento de tregua en el que ponen una canción, que a pesar de no dejar de hacer ruido, me permite uno mini descanso mental. Entonces giro mi tronco y hundo la cabeza en la almohada, que a estas horas me parece el placer más grande de mundo, mientras pido con todas mis fuerzas no tenerme que levantar. Pongo los pies dentro de la manta mientras la música no para pero para hacerlo tendría que pasar por encima de Ferran, que duerme plácidamente como si llevara tapones en las orejas (prometo que un día lo comprobé porque me parecía imposible que ni se inmutara). 
 Es curioso que el único que lo despierta es sentir que vuelvo a meterme en la cama; entonces alarga la mano, sin ni siquiera abrir los ojos para decirme " va, que te dormirás". Y no le falta razón, no. Me siento en la mesa igual de dormida que estoy a la cama, la única diferencia es que llevo ropa de calle. Confío en la enorme taza de expreso que tengo delante.
" Tú me ayudarás, verdad bonita? Yo sé que tú no me abandonarás a Morpheo y me levantarás los párpados de los ojos."
Que si no como nada? Pues no, nada de nada. Si, ya lo sé. Me salto los principios básicos de cualquier dieta del mundo. Que, qué? Si, la glucosa, la energía, el metabolismo....ya lo sé.
 Desde muy pequeña me han inculcado la importancia de un buen almuerzo pero de adulta...digamos...que he hecho lo que he querido. Por alguna extraña razón ( que todavía no hemos llegado a descubrir después de multitud de pruebas) me empezaron a sentar mal los alimentos, especialmente el almuerzo. Cojo la taza de café negro, oscuro, cafeína pura, droga pura, droga imprescindible por mi cerebro y me lo acerco a la nariz. Aquel olorcito a café que parece que haga que el día tenga que ir mejor y me transporta a pensamientos algo más positivos, lejos de sábanas calentitas y almohadas que adaptan su forma a mi cabeza.
 Muevo la cucharilla dentro el café cuando ya hace rato que el azúcar está disuelto; es la inercia que hace que mis dedos sigan haciendo movimientos y pienso en otra clasificación que podríamos hacer de las personas.
No me preguntéis porque pero a menudo tiendo a crear grupos, subgrupos y paragrupos en función de cosas que en aquel momento pienso que son clasificables.
Pérdida de tiempo? Sí. Estamos la gente que no almorzamos nada más que alguna cosita líquida. Hay que son tant bestias como yo, o tienen una jornada laboral tan bestia como la mía y no ingerimos nada hasta la hora de comer. No me desmayo, ni me mareo, ni siquiera tengo hambre. Supongo que debe de ser un poco el estrés.
Están los que se levantan con un vasito de café pero a media mañana podríamos decir que casi hacen una comida.
 Los que se levantan y almuerzan cosas incomestibles, imbebibles y "inololarables" (ni el olor puedo soportar) en cualquier otro momento del día y mucho menos a la hora de almorzar. Incluimos ajos, el agua de un ajo a remojo durante toda la noche, un vaso de agua caliente con algún suero.... Quizás es saludable pero prefiero morir antes.
Los que almuerzan como si se acabara el mundo. Aquella gente que parece que el día anterior haya estado en ayunas, o quizás que llevaba un año en ayunas! Porque no tienen tiempo sino comerían más. A media mañana vuelven a quejarse de hambre.
Los que almuerzan siempre algo sano. Zumo de naranja natural, copos de avena natural, leche de avena, tostadas de pan de espelta, mermelada homemade... Estos siempre llevan con ellos una bolsita con frutos secos para comer a media mañana.
 Y entonces los de toda la vida, los que almuerzan exactamente lo mismo que cuando eran pequeños y que a menudo coinciden con todas las infancias. Verlos desayunar me transporta en el tiempo y casi me hacen sentir nostalgia. Suerte que no almorzamos juntos Ferran y yo; sólo en pocas ocasiones soy testigo de cómo moja las magdalenas dentro el enorme vaso de leche y como lo levanta justo en el momento antes de que se rompa mientras se afana en ponérsela en la boca, mientras le baja un chorrito de leche por el brazo.
Hoy pero, es Domingo y por lo tanto hagamos desayuno de Domingo. Y cómo que es el primero después de muchos que puedo estarme en la cama hasta cuando he querido, he pensado....y porque no unos pancakes?
 Y con una salsa de arándanos? (si Mònica, todavía me quedaba otra al rincón de la nevera)
PD. Os lo agradezco mucho pero no hace falta que perdáis el tiempo haciendo propuestas sobre mi posible dolencia i/o intolerancia. Ya lo hemos mirado todo.
PD. Si, curiosamente tolero perfectamente un buen café oscuro y no una tostada con mermelada, o un zumo. Soy así de rarita.
PANCAKES
Receta adaptada de Martha Stewuart
Ingredientes:
175 gr de harina
18 gr de azúcar
1 cucharadita de sal
2 cucharadita de levadura fresca
1 huevo L
310 ml de leche
2 cucharadas de mantequilla
Método:
Derretimos la mantequilla al microondas y apartamos.
En un bol mezclamos la harina, el azúcar, la levadura y la sal y removemos bien para que queden todos los ingredientes repartidos uniformemente.
Batimos el huevo con la leche y lo añadimos a la harina. También añadimos la mantequilla fundida. Removemos bien hasta que quede una masa uniforme. Dejamos reponer unos 10 minutos.
Ponemos a calentar una sartén a fuego medio-alto. Pasamos por encima un trozo de mantequilla e inmediatamente ponemos un equivalente a dos cucharadas grandes de masa. Intentad que sea siempre la misma medida.
Horneamos hasta que veáis que se empiezan a formar pequeñas burbujitas en la superficie.
 Entonces con una espátula giráis el pancake y bajáis un poco el fuego hasta que se dore la superficie.
SALSA DE ARÁNDANOS:
Receta adaptada de My baking addiction
Ingredientes:
200 gr de arándanos frescos
125 ml de agua
110 gr de azúcar
2 cucharadas de zumo de limón fresco
2 cucharadas de maizena muy mezcladas con dos cucharadas de agua fresca
Ponemos los arándanos, el azúcar y el agua en una cazuela al fuego y llevaos a punto de ebullición. Cuando el azúcar se haya disuelto y el líquido adquiera un color violeta (el punto com el que está en la fotografia de más abajo) añadimos la mezcla de maizena y mezclamos hasta que espese.

NOTAS:
Recordad que no son creps, por lo tanto no se tienen que extender por toda la superficie. Todo el contrario.
Son de un diámetro bastante más pequeño y más gruesas.

CONVERSATION

4 comentarios:

  1. Madre mía Neus!! Empezar el día con esos pedazo pancakes le quita a uno el mal humor del madrugón! Y con esa salsa.... Mmmmmm

    Un besito,
    Sandra von Cake

    ResponElimina
    Respostes
    1. Eso te quite el malhumor, te añade energía y calorías! jejjeje! Pero para un domingo no está mal, no?
      Muchos besitos Sandra guapísima!

      Elimina
  2. Me parto Neus!! qué valor enfrentarse así a la vida..con un café lavado ( decía mi abuela ) jajaja..pero estos cupcakes..Maaaaaaaadre!!!!!besos

    ResponElimina
    Respostes
    1. Jajajaja! Así se llama? Café lavado? Nunca lo había escuchado! jejeeje

      Muchos besitos guapa!

      Elimina

Subir