Besitos de merengue



 Absorta en la cocina mientras hago unos besitos de merengue no puedo parar de pensar. Pienso que en la vida hay diferentes tipos de personas, de hecho podría describir una variedad muy amplia. Y además, cada cual podría hacer su propia clasificación. Caracteres introvertidos, extrovertidos, tercos...
Bien es verdad que no me interesa demasiado el tipo de gente que haya en este maldito o bendito mundo, siempre y cuando no hagan daño a los otros, evidente. Pero decir esto, es irreal porque sea el que sea el carácter que tenga la persona influirá positivamente o negativamente en nosotros mismos. Ni que no lo queramos.
Hay las personas generosas, generosas con todo. No con las cosas materiales sino generosas de palabra y de hechos. Estas suelen provocar un efecto generoso en cadena y....me gusta...
Hay las personas alcahuetas. Las odio. Odio estas personas como nadie. Prefiero una borde, de verdad. Estas alcahuetas las podríamos clasificar en otras subtipos. Las que lo son descaradamente, a menudo carentes de malicia. 

 Sólo quieren saber y el ansia del saber las lleva a preguntar las cosas más indiscretas, a menudo de forma directa. Podrían querer saber sobre la vida del oso polar, de la destrucción de la capa de ozono o la vida de los aborígenes de la amazona. Pero no, a menudo quieren saber sobre las personas cercanas, ya sea vecino, compañero de clase, cliente...cualquiera puede llegar a ser víctima de su afán de saber. Pero la falta de malicia o el ansia hace que te pregunten directamente y a menudo no se toman mal la respuesta seca que le puedas dar. Más bien me dan pena. 
 Y después están las alcahuetas con malicia. A menudo no se dirigen directamente a la víctima hasta que su curiosidad no puede más. Cuando finalmente lo hacen, vinculan sus chismes a un tercero enredando algo más, si puede ser.
 Antes pero han hecho un extenso trabajo de investigación, que utilizando la manipulación, han conseguido la suficiente información. La táctica consiste en acercarse a la presa número 1, que suele ser alguien cercano a la víctima pero no lo suficiente como para saber cosas íntimas de esta persona. Suele ser alguien vulnerable, inocente y ajeno a las técnicas investigatorias de la alcahueta. 
 Formula una pregunta, a menudo malintencionada. No es una pregunta escogida al azar. Está muy meditada para provocar en el inocente intermediario la suficiente preocupación para actuar. Y lo consigue.
Esta persona intermedia tiene contactos de la persona a investigar en cuestión y con preocupación expresa sus pensamientos despertados por la alcahueta. Y aquí es el momento en el que la función de la persona cercana a la víctima es vital.
 Tiene que ser suspicaz, tiene que ser lista y no tiene que caer en la tentación ni en la trampa. A menudo la táctica de la alcahueta va disfrazada de preocupación, que transmite con gran éxito a la persona intermediaria.
La tercera y última víctima ha ser de ser lista. La táctica más infalible es la de "hacerse el tonto". Si alguna vez os encontráis en el papel de la persona más cercana y detectáis la táctica, lo que tenéis que hacer es "haceros los tontos" literalmente.
- Ah...sí? No...no tenía constancia...no sé...
 Esto desarticula al intermediario que a menudo está desprovisto de mala leche. Pero atentos! Puede ser que la alcahueta, se salte el paso del intermediario, y vaya directamente a la persona cercana a la víctima a investigar. Si os encontráis en este caso....ALERTA!
Esta persona no se da por vencida fácilmente y suele tener muchos recursos (en otras facetas de su vida no a sabiendas de hacer nada pero en esta son muy habilidosas). A menudo, me los imagino en las tertulias de estos programas incendiarios de Telecinco donde abunda la malicia y el interés más malo. Vigilad porque en primer lugar interrogarán de forma disimulada, como si se preocuparan por vosotros. Utilizarán un tono complaciente que os descolocará y os pensaréis que realmente hay una preocupación. 
Pero si no caéis en esta trampa, si os resistís ante este camelo vil, aparecerá la cara que destapará esta alcahueta y lo hará ante la desesperación. Será esta desesperación la que hará que para sacaros esta información empiece a atacar con rumores que según ella ha recibido de terceras personas. Llegados a este punto, ya lo habréis descubierto! A estas alturas ya sabréis que la preocupación no es tal y que esta persona es de las denominadas tóxicas.
Personas que cuando pasan por el lado dejan una aura negra, oscura y pestilenta que da asco. Huid, huid cuando las veáis. La simple presencia en la misma sala os puede intoxicar. Si os hablan asentís, si os saludan saludáis y entonces salís en dirección contraria. 


No les deis pie a entrar porque con sólo que deis un poquito os intoxicarán. Son rápidas y su toxicidad es altamente peligrosa para el bienestar psíquico de las personas normales. Tienen una aura capaz de engullir toda la energía positiva que una pueda tener, si es que existe esto de las energías. Las personas tóxicas serían capaces de dejaros secos, como una momia muerta hace millones de años y sin alma.
Así que disfrutad de estos besitos de merengue en celebración que nunca, nos dejaremos intoxicar por estas personas tóxicas!
BESITOS DE MERENGUE
Receta extraída de Peggy Porshen
Ingredientes:
100 gr de claras de huevo (equivale a 3 claras aprox.)
un poquito de sal
100 gr de azúcar normal
100 gr de azúcar glacé tamissat
ua cucharilla de extracto de vainilla
colorante alimentario

Precalentamos el horno a 80ºC. Preparamos una bandeja con papel de horno.
Ponemos las claras de huevo y un poquito de sal en el  bol de la batidora y batimos con las barillas a velocidad alta.
Conforme van espesando vamos añadiendo poco a poco el azúcar normal y seguimos batiendo. Cuando vemos que el merengue empieza a estar firme y brillante añadimos el extracto de vainilla. Vigilamos de no batir en exceso.
Con una espátula vamos añadiendo el azúcar glacé, hasta que quede totalmente integrado.
Dividimos el merengue en 3 partes y ponemos el colorante: rosa, verde hoja y uno sin color.
Ponemos en una manga pastelera con una boquilla 1M de Wilton (a pesar de que podéis utilizar la que más os guste) y vamos haciendo pequeñas montañitas encima el papel de horno.
Ponemos al horno durante 2 o 3 horas o hasta que estén secos.

CONVERSATION

2 comentarios:

  1. Son unos besitos de merengue preciosos con esos colores. Las fotografías se salen!!! Y qué decir de ese texto de evaluación de las personas y malas personas... Tus posts siempre tienen tanto!!!

    Un besito guapa,
    Sandra von Cake

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    Respostes
    1. Tus palabras si que tienen tanto! Tienen encanto mejor dicho!! Me alegro un montón que te guste, sobretodo las fotos. Estuve muuuuucho tiempo i murieron muchos merneguitos por el camino....daños colaterales! ejeje
      Besitos!

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