Ya ha llegado la Navidad y falta poco para los Reyes!!!!
Luces en la calle, guirnaldas, árboles decorados, servilleteros dorados, bolas relucientes colgando de todas partes...Y a mí...a mí que no me gusta nada!
Yo hago el esfuerzo pero no me gusta y no puedo hacer más.
"Esto es por que no hay niños en casa" me dicen muchas mujeres cuando sale el tema. Ahora ya he aprendido a no contestar y dar a entender cierta indiferencia respecto a estas palabras.
Quizás tendré que modificar este post de aquí unos años pero hoy por hoy ¡me indigno! Dudo que teniendo una criatura aumente mi sentimiento Navideño. Otra cosa es que me sume a la multitud y haga ver que me ilusiona!
Aún así, alguien se ha parado a pensar en las pobre criaturas? Les dicen durante años que hay tres señores y/o uno gordito vestido de rojo que les traen regalos cada Navidad. No porque sí, sino por que se supone que se han portado bien durante los 365 días.
Por no hablar de un tronco que caga chuches a golpe de bastón!
Pero claro, llega cierta edad en la que empiezan a ver que algo falla y empiezan a sentir rumores a la escuela.
Entonces los niños se suelen clasificar en cuatro tipos diferentes de reacciones:
REACCIÓN A: el niño sospecha que quizás todos aquellos señores no existen y lo pregunta a los padres de manera insistente pero con una entonación claramente encarada a que los padres confirmen tal existencia. No quieren saber la cruda realidad!
REACCIÓN B: los niños directos, los que quieren saber si es verdad o no y actuar en función de esto. Si no es verdad, no pasa nada, es cuestión de seguir haciendo la pelota a los padres.
REACCIÓN A: el niño sospecha que quizás todos aquellos señores no existen y lo pregunta a los padres de manera insistente pero con una entonación claramente encarada a que los padres confirmen tal existencia. No quieren saber la cruda realidad!
REACCIÓN B: los niños directos, los que quieren saber si es verdad o no y actuar en función de esto. Si no es verdad, no pasa nada, es cuestión de seguir haciendo la pelota a los padres.
REACCIÓN C: los niños que ya saben que todo es una farsa pero no dicen nada en casa. Piensan que si dicen a los padres que lo saben se les acabarán los regalos. Aquí son los padres los engañados!
REACCIÓN D: los niños inocentes que no se acaban de creer que todo era mentira, que sus propios padres los han engañado. Se les quedan los ojos llorosos y normalmente se pasan un rato pasmados. Cuando despiertan del impacto sólo aciertan a decir con voz temblorosa: y el Ratocito Peres también sois vosotros?
Si es que se te tiene que romper el corazón, pobrecitos míos! Por eso muchas veces pienso en si realmente merece la pena tanta mentira, tanta falsa ilusión...
La solución la encontré hablando un día con mi supermami. Mientras yo no dejaba de exponerle mis argumentos ella me dijo: "Tú lo recuerdas? Tienes un trauma del momento en el que te lo dijimos?"
Tuve que reconocer que ni siquiera recuerdo el momento, la verdad.
"I...recuerdas la ilusión con la que ibas a ver la cabalgata? Y mirabas impaciente el balcó para #ver que te habían traído los reyes? Recuerdas esperar impaciente a que los reyes pasaran toda la noche repartiendo los regalos?"
Y sí, esto lo recuerdo y mucho.
No me dijo nada más. Yo misma me había dado la respuesta.
Así que por los niños, por los pequeños, me gustará la Navidad y lo disfrutaré y les crearé esta ilusión por que sé que la recordarán toda la vida. Colgaré decoraciones doradas y plantas plastificadas, adornaré el árbol de Nadal, pondré servilletas de papel de horribles estampados navideños, de conjunto con servilleteros dorados que cuesta saber que son, comeré galets, haré ver que canto villancicos, y conforme se acerquen las fechas empezaré a amenazar a los niños de mi alrededor, que si no se portan bien los Reyes le traerán carbón. Prometo hacerlo todo!
Y evidentemente no podía faltar un postre muy Navideño! Vuelven a no ser cupcakes (aahhhhhh!!!! no os preocupéis, no he perdido mi devoción-obsesión por ellos; esto nunca!).
Pero resulta que vi esta receta en un post de Sandra, una chica que tiene un blog chulísimo que se llama Apfelstrudelkuchen, donde hay unas recetas muy interesantes! Ella a su vez lo modificó del blog Más dulce que salado, de Mara, que también merece mucho la pena visitar! Seguidora empedernida de las dos!
Pues vi: Bundt Cake de Turrón de Suchard! Y aquí se me nubló la vista, los sentidos y todo y pensé que lo tenía que hacer si o sí.
Además hay familias normales (no como la mía) a las que a menudo sobra turrón por casa y está por los armarios meses y meses! Pues esta es una buena forma de poder aprovechar estas sobras.
Pero...el que yo haré no será un bundt cake, y no puede ser por dos razones:
1. No tengo molde bundt cake
2. No es el mejor momento para comprármelo
Así que he hecho la misma masa pero con un molde normal, redondo, de toda la vida. Una buena decoración y listos!
Además hay familias normales (no como la mía) a las que a menudo sobra turrón por casa y está por los armarios meses y meses! Pues esta es una buena forma de poder aprovechar estas sobras.
Pero...el que yo haré no será un bundt cake, y no puede ser por dos razones:
1. No tengo molde bundt cake
2. No es el mejor momento para comprármelo
Así que he hecho la misma masa pero con un molde normal, redondo, de toda la vida. Una buena decoración y listos!
FELIZ NAVIDAD CON RETRASO Y QUE LOS REYES OS TRAIGAN MUUUCHO CARBÓN (por lo dulcito que es!)
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PASTEL DE TURRÓN DE SUCHARD:
INGREDIENTES:
200 gr. de turrón de chocolate Suchard ( yo he puesto el que trae trocitos de Oreo! Mmmmm!!!)
75 ml de sirope de chocolate
250 gr. de mantequilla
200 ml. de buttermilk
200 gr. de azúcar
360 gr. de harina
4 huevos grandes (L)
1 cucharadita de extracto de vainilla
3/4 cucharadita de levadura
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
1/2 cucharadita de sal
MÉTODO:
Precalentamos el horno a 170º. Preparamos el molde con mantequilla y harina o con spray desmoldante.
Tamizamos la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal y lo apartamos.
Fundimos el turrón, previamente troceado, al baño maría. Añadimos el sirope de chocolate y removemos bien hasta obtener una mezcla uniforme y lo apartamos.
Al bol de la batidora y ponemos el azúcar con la mantequilla, batiendo a velocidad mediana hasta que la mezcla quede cremosa y de un color blanquecino.
Añadimos los huevos uno a uno, dejando que se incorpore un hasta poner el otro.
Finalmente añadimos la harina que teníamos tamizada, en tres veces, alternando con el buttermilk. (harina-buttermilk- harina- buttermilk- harina).
Ponemos la mezcla al molde y horneamos durante unos 60 minutos.
GANACHE DE CHOCOLATE:
100gr de chocolate
100gr de mantequilla
Poner los ingredientes al baño maría hasta que se integren totalmente.
MONTAJE:
Echar por encima del bizcocho el chocolate caliente dejando que caiga por los laterales. Yo lo he decorado con springkles de chocolate blanco y negro.
NOTAS:
El buttermilk lo podéis hacer pero yo lo encuentro siempre al Lidl sin ningún problema.
El pastel original no trae cobertura porque el mismo molde del bundt cake deja una forma espectacular. Si lo hacéis con molde normal como yo es mejor decorarlo con algo, sino queda bastante austero.
Los puntitos negros que aparecen por el medio del bizcocho son exquisitos trocitos de Oreo! Ñam, ñam!!
Hola Neus!!!
ResponEliminaPese a no haberlo hecho en un molde de bundt te ha quedado genial con el glaseado de chocolate!!
Que ilusión me ha hecho que me mencionaras en tu post!!!
Un besito,
Sandra von Cake
Gracias a ti por cogar estas super recetas!
ResponEliminaMe encantan!
Besitos