Si no quieres fruta...toma un smoothie!

- Si es que no coméis suficiente fruta – sentencia mi padre casi cada vez que nos ve.

Si tenemos dolor de cabeza, un eccema, tos o dolor de estómago es SIEMPRE porque no comemos suficiente fruta. Y lo dice uno que es médico.
No hace falta que esperes que te recomiende algún remedio, porque todo es por culpa de no comer fruta. No entiendo tampoco como Ferran y yo continuamos siendo sinceros y admitiéndolo. Bien podríamos decirle:
- Si ya hace meses que comemos! Y un montón! Y aún así, señor doctor, tengo dolores de cabeza. Puede ser, señor médico? - imagino decirle con cierta sorna.


En parte tiene razón, tendríamos que comer más. Bien es verdad que nos gusta y es sana y todo esto pero no sé que nos pasa. Bueno sí lo sé.
A ver, entre nosotros y que de esto no se entere Ferran, es por que a él no le gusta mucho. Ferran nunca lo admitirá esto pero se verdad.
A veces es la pereza la que nos incita a pasar de aquel trozo de fruta que nos espera en la nevera. Aquella ciruela pobrecita, que me mira con cara de penita. Pues bien, la pobre ciruela que me dice que me espabile, que ya no puede más! Y cada vez está más oscura y aiguada y mustia.


Y cuando es el melocotón lo que nos espera? A Ferran le hace pereza pelarlo, creo que es superior a él y yo...la verdad, pues no me apetece pelarle los melocotones (sí, los melocotones).
A mí me gustan aquellos melocotones que son rojos por fuera y blancos por dentro. Sabéis cuales digo? Están requetebuenos! Pero resulta que son fastidiosos de comer.
Me preparo un plato, muy limpio porque seguro que me resbalará el melocotón o un trozo de él y entonces coge gusto a salmón o jugo de algo de la comida. Ya tengo plato limpio y la fruta en cuestión bien fresquita.
Ahora un cuchillo muy afilado, de los que cortan mucho porque la piel de este melocotón tiende a correrse en cuanto la intentas cortar.. Muy bien, pues manos a la obra!
Me siento muy recta, cojo el cuchillo y pelo con dificultad el melocotón. Los que conocéis esta variedad, sabréis que cuesta un poco pelarla. 


Finalmente todo preparado, con la fruta que desprende un olor que te hace salivar. Corto un trozo y me lo pongo en la boca. “mmmm....ha valido la pena...que buenooo!”
Y entonces, de repente, noto como un chorrito de líquido pegalento recorre todo mi antebrazo hasta llegar al codo. El peligro es ahora que la gotita en cuestión no llegue al suelo o lo que sería peor, en la silla. Pero que todavía estás aguantando un pequeño trozo de melocotón que tragas con prisa. Levantas el brazo rápidamente y con la boca llena del jugoso melocotón miras al acompañante que tienes delante, sin poder hablar mientras estiras el brazo arriba y arriba para evitar que la gotita caiga.


Si el acompañante está un poco despierto, quizás lo pilla rápido. Si vuestro acompañante es como Ferran, lo primero que hará es mirar al techo. Lo maldeciréis al mismo tiempo que notáis que la gotita, definitivamente se ha desprendido.
Y está claro, a uno se le pasan las ganas de comer nada con este calvario.
Por otro lado, Ferran y yo hemos adquirido la capacidad de convertir una cosa sana en...en...no tan sana? Una vez has decidido que a partir de ahora comerás frutas que no se pelen y que no regalimen.
Y entonces un día vas al supermercado y ves un montón de fresas espléndidamente colocadas y piensas “ya está! Cómo no se me había ocurrido? Las fresas ni se pelan ni gotean! Y son buenas, son ideales”

Pues el hecho de comer fruta pierde todo su encanto cuando esta la empiezas a mezcla con ciertas cosas.Cenita tranquila, agradable y bastante ligera. Te planteas cenar poquito para evitar aquellas digestiones pesadas que tan llegan a fastidiar. Sabéis que incluso se pueden tener pesadillas? Esperad, que me voy por las ramas.
- He comprado fresitas. Comemos?

 Y si, cosa inédita, nos ponemos de acuerdo, no sólo al comer fruta sino también en el momento. Lavo las fresas y pienso que estarán buenísimas! Traigo la bandeja y mi sorpresa viene cuando llego a mesa.
Ferran ya lo tiene todo preparado y no son unas velitas no. Un plato con azúcar y un bote de nata montada a su lado son sus acompañantes. Y está claro, si a cada bocado de fresa la mojas con azúcar y comes nata con algún trocito de fresa, pues esto no es sano. No fastidiemos! Que hemos comido fruta? Sí.
Que hemos comido sano? No.
No creo que mi padre interpretara esto como comer fruta. Pero me pasará el dolor de cabeza señor doctor?
Y entonces.....descubrí los Smoothies!!!!Traen fruta señor doctor! Traen fruta papa! Ligeros, fresquitos, colorados y sobre todo, sobre todo llevan fruta!

Apa, espero que os gusten!

SMOOTHIE DE PLÁTANO Y FRAMBUESAS
Ingredientes


120 gr de frambuesas congeladas
4 cucharadas grandes de helado de vainilla
1 yougurt natural
1 plátano
1 cucharada grande de miel
2 cullerdadas de azúcar(*)
1 cucharilla de canela

(*) vais aproximando la cantidad de azúcar. Queda un poquito ácido por las frambuesas que a mí me encanta, pero si no os gusta le añadís más azúcar.

Método:
Mezclemos todo y batimos. Servimos bien fresquito.

CONVERSATION

2 comentarios:

  1. Mmmmmm adoro los smoothies y este tiene que estar delicioso!!!! Que ganas me ha entrado de uno ahora mismo!!

    Un besito,
    Sandra von Cake

    ResponElimina
    Respostes
    1. Jaajajaj! Es que yo no sabía que estaban tan buenos! Tengo a mi abuelita enganchada!

      Besitos guapìsima!

      Elimina

Subir