Cuestión de organización y cookies de arándanos



- Muy bien, tienes razón. Reconozco que soy un poco desastre....
- Es que....
- Que si, que si
- replico intentando que Ferran no siga con su abucheada.
 Pero no sirve de nada, está demasiado enfadado conmigo. Y venga, vamos que no he acabado. Pero si ya le he dado la razón!
Creo que ya no es suficiente para él, darle la razón. Supongo que quiere que realmente me arrepienta y le prometa que no volverá a pasar.
Si yo me arrepiento! Pero no puedo prometer que no volverá a pasar...no puedo...Pero esto no se lo digo, claro.
No lo digo verbalmente, pero se ve que mis ojos lo deben de decir. Por mí que ellos solitos le dicen a Ferran "no pidas un imposible".
 - Yo entiendo que no tienes tiempo y que vas muy agobiada, pero es que es cuestión de organización.
Yo me lo miro e intento ser mentalmente organizada y aplicar esta organización a mi cuerpo...pero ya me he demostrado a mí misma que no sé, yo de esto. Cojo la bandeja que Ferran ha dejado encima la repissa de la cocina y a quién casi traslada su propia frustación. Miro los arándanos, dentro la cajita transparente, todos arrugados y no aprovechables.
Un pequeño tul blanquecino los cubre, aquel tul asqueroso que dice que unos bichitos que se llaman hongos se están apoderando de la tanto preciada fruta.
 - Ya sabes que estas frutas se echan a perder pronto.
Y si, lo sé. De hecho, es la cuarta vez que lo sé porque es la cuarta bandeja que se florece en dos semanas. Y es por lo tanto, la cuarta bandeja que Ferran tiene que tirar a la basura todo indignado.
Razón, no falta. Además que no deja de ser un alimento, una bandejita de estas cuesta un riñón, teniendo en cuenta la cantidad de estas pequeñas frutitas que incluye.
 Donde yo vivo, no suelen tener arándanos. Los supermercados de aquí no siempre tienen y me tengo que desplazar a 10 km para comprar. Entonces, la semana que los hay los ojos me hacen chiribitas y mientras me los miro pienso y pienso en los cupcakes tan buenos que pueden salir. Y los bundt cakes, y pasteles....
No sé que deben de pensar los que me ven allá plantada, ante la nevera, mirando con ilusión una pequeña bandejita de arándanos mientras mi mente empieza a pasar páginas del recetario a toda velocidad.
En aquel momento, no pienso en ningún momento si tendré tiempo de hacer este extenso recetario.
 Entonces viene cuando abro la nevera del supermercado y cojo dos bandejitas de arándanos. Cuando estoy medio cerrando la puerta vuelvo a abrirla para coger otra, mientras pienso en las recetas que podré hacer. Entonces miro el cartel que hay enganchado en estas puertas en que dice que "piense antes de abrir la puerta de la nevera".
Prometo que he pensado pero después siempre cambio de opinión. Finalmente cierro la puerta con tres bandejas en la mano; dos de las cuales vuelvo a dejar en la nevera.
Y esto que lo he pensado, eh! Imaginaos sino lo llego a hacer, creo que descongelo la nevera.
Al final vuelvo a casa con la bandejita, una única. Lo que no pienso a la hora de abrir la puerta...lo que no tengo en cuenta...es mi estresante ritmo de vida.
 Si trabajo nueve horas diarias, si trabajo la mayor parte de los Sábados, si entreno a voleibol, si juego la liga del voleibol....pues lo más probable es que los arándanos (ya de por si delicaditos, porque vete a saber de donde vienen) es echan a perder en la nevera. Y esto es lo que me ha pasado cuatro veces seguidas, y esto es lo que hace que ahora esté ante otra bandeja de casi 4 euros podrida, y esto hace que Ferran haya llegado al límite.
Lo que él no sabe, lo que él no ha visto es que hay otra bandeja al cajón de debajo de la nevera que compré justo ayer, sin recordar que ya tenía una medio agonizando en la nevera.
 Pienso en recetas fáciles y rápidas, que me permitan llegar justo a tiempo a cocinar. Miro a escondidas la bandeja que todavía sobrevive pero le doy pocas horas de vida así que me espabilo y se me ocurre hacer unas galletas de arándanos y glasé de limón.
La receta está extraída de "A happy food dance", simplemente lo he convertido a gramos. Espero que os guste!

MAXI-GALLETAS DE ARÁNDANOS CON GLASÉ DE LIMÓN
Ingredientes:
214 gr de harina
1/2 culleradeta de levadura en polvo
1/2 culleradeta de sal
228 gr de mantequilla
2 huevos
2 culleradetes de extracto de vainilla
204 gr de azúcar moreno
224 gr de azúcar normal
290 gr de copos de avena
125 gr de arándanos

Ingredientes para el glasé:

Una taza de azúcar glasé
Zumo de un limón

Método:

Precalentamos el horno a 176ºC y preparamos una bandeja con papel de horno.
En un bol mezclamos bien la harina, la levadura y la sal y apartamos.
Batimos la mantequilla con los azúcares hasta que quede una consistencia homogénea. Añadimos los huevos uno a uno y el extracto de vainilla.
Con una espátula vamos incorporando la harina poco a poco, hasta que se integre totalmente. Llegados a este punto añadimos los copos de avena y los arándanos. Tenemos cuidado de no romper los arándanos al incorporarlos.
Hagamos bolas y colocamos en la bandeja con una separación de unos 3 cm entre ellas. Horneamos durante 12-14 minutos.
Mientras preparamos el glasé: extraemos el zumo de un limón y vamos añadiendo azúcar glasé mientras batimos enérgicamente con unas barillas. Paramos de añadir cuando encontramos la textura que más nos guste; a mí personalmente, me gusta muy espeso.
Cuando las galletas estén frías, echamos el glasé por sobre.
NOTAS:
- Un consejito: puse los copos de avena que dice la receta pero conforme iba incorporándola vi que era demasiada cantidad para mi gusto. Vais poniéndola poco a poco y valoráis pero ya creo que con 200 gr habría suficiente.
- La medida de las bolas puede ser la que queráis, yo las he hech
o maaaxiiiiii!

CONVERSATION

2 comentarios:

  1. Vaya pedazo de cookies que nos presentas hoy Neus!!! Deliciosas!!! Me dejas con la boca hecha agua... y no puede ser!!!! ;-)

    Un besito,
    Sandra von Cake

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    Respostes
    1. Jjajajajaj! Claro todo el día mirando blogs dulces y luego,....nos pasa lo que nos pasa!

      Muchas gracias Sandra guapsiisisisisisma!

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