Sí, soy afortunada. Tengo una amiga que vive en el Soho y la cara más dulce de Londres





Tengo una amiga que vive al Soho. Tengo una amiga que vive al Soho y que nos regaló unos billetes de avión. Tengo una amiga que vive al Soho, que nos regaló los billetes de avión y que vale un imperio! Tengo una amiga que vive al Soho y que ha hecho que me enamore de Londres. Sí, soy afortunada; al menos en este aspecto.
Pido disculpas con antelación porque los que me conocéis y leéis mi blog, ya sabéis que soy un auténtico desastre con la orientación y las direcciones. Creo que si doy una vuelta sobre mí misma al comedor de casa, me pierdo. Así que intentaré ser lo más concisa posible pero dentro mis enormes limitaciones y con la inestimable ayuda de mi amiga.
Pues ella vive a Shaftesbury Avenue, que si no he entendido mal es la calle que desemboca a Picadilly Circus. Un lujo de ubicación a la que se le suma que vive a un ático precioso que comparte con tres chicas más y que a pesar de ser muy pequeño, es acogedor, luminoso y de techos tan altos que en ningún momento te da la sensación de poco espacio.
Tengo que decir que he venido completamente enamorada de esta ciudad y no sabría decir si por su encanto arquitectónico con el estilo georgiano tan característico o...o por sus dulces. De verdad, no pensaba que pudieran llegar a ser tan buenos, tan exquisitos, tan dulces pero a la vez poco empalagosos, tan esponjosos, tan anglosajones. Llamadme sensiblona pero me emocionaba cuando me encontraba con una bakery y veía todos aquellos pasteles que tantas y tantas veces he leído en blogs anglosajones y he intentado recrear. 


Y de repente, estaba ante aquellas pequeñas tiendecitas en mercado de Candem o cualquier otro (porque hay para dar y para vender) y lo miraba y pensaba que aquello era real, era de verdad! Recuerdo cuando entramos a la tienda de Hummingbird bakery y yo con unos ojos como platos. Y veo a Ferran a mi lado con la boca abierta mientras me mira y dice:
- Es el lugar del libro que tienes....
Bien, pues cómo que de Londres podréis encontrar muchas guías que os explicarán a la perfección los lugares más emblemáticos, yo me limitaré a hablar de los rincones dulcitos que me he encontrado (algunos literalmente, sin buscarlos) y daré mi opinión.
En primer lugar visitamos la Hummingbird bakery



Reconozco que esta bakery, que estaba al Soho, me pareció poco "vintage", es decir, el aspecto en cuanto a decoración era bastante normal. Evidentemente por encima del aspecto, remarco el exquisito olor que desprendía y que nos hacía salivar al instante. Me costó no llevarme un trozo de los layers cakes que había, pero finalmente nos decantamos por dos cupcakes: un carrot cupcake y un red velvet. 

Estos cupcakes tengo que decir que estaban buenísimos pero me esperaba más, sobre todo del red velvet. También se tiene que tener en cuenta que nos los tuvimos que comer un día después de haberlos comprado y seguían estando esponjosos.
Me llamó mucho la atención la medida del woopie pies!!! Con uno de estos ya tienes para toda la tarde y creo que incluso, no te cabe en la boca si los quieres comer tipo sandwich.

En la misma calle nos topamos con una chocolateria que pensé que sería interesante fotografiar porque de poco no me tiro al cristal cual zombie adicto al chocolate. Todo de brownies en pequeños cuadritos envueltos, bombones....de todo!



Mi amiga Carol me dijo que en la misma calle se encontraba una pastelería a la que ella lleva la gente a merendar. 



En nuestro caso no pudo ser porque ya íbamos hartos de cupcakes pero lo que se veía a través del escaparate era realmente espectacular. Carol dice que normalmente pide una pieza para compartir entre dos y bien es verdad que no me extraña, viendo la medida de los dulces. 

Después fuimos al Primrouse Bakery y me encontré un ambiente completamente diferente. 


Una tiendecita muy pequeñita con una calidez que te envuelve. Enfrente del mostrador hay unas cuatro mesitas que estaban llenas y que me hicieron sentir rabia de no vivir en Londres para ir a hacer un té y un cupcake cada tarde allí mismo. Allí había ambiente pero sin llegar a ser especialmente ruidoso. Si tengo que buscar alguna pega, las dependientas no eran muy amables; al menos comparadas con las del hummingbird bakery. 



Pero, y los cupcakes? Puedo decir que son los mejores cupcakes que he probado. Absolutamente deliciosos, sin ninguna pega, con la dulzura justa y consistencia perfecta. Ferran pensó lo mismo, tanto que casi me deja sin probarlos!

 


Y, perdonad mi frickismo, pero andando y andando por Londres, me giro y.....aparece la magia!! Magia pura en forma de tiendecita de Laduree!! 



Ni me esperaba encontrarlo allí, ni lo buscaba! Era por la noche, estábamos cansados y ver aquello fue espectacular. Sólo tenéis que ver las fotos para entenderme.
No comí nada de allí...pecado, sí? Estábamos cansados y sobre todo llenos!

 



Evidentemente también pasamos por Candem, lugar indispensable. No explicaré lo que me pareció, aquello se tiene que vivir. Además hay muchos blogs que os lo pueden describir mucho mejor. Yo sólo os hablaré de una chica con una bakery perfecta, blanquecita y con unas cositas dulces que eran mi delicia. 



 
También hice fotos a una curiosidad que me llamó la atención de otra parada, que no tenía nada de bakery vintage pero me hicieron mucha gracia estos buñuelos de Oreo, y de Lion.

 


Y finalmente Carol nos trajo a un lugar muy especial. Tan especial que no lo puedo decir; se trata de un mercadillo que aún no ha sido descubierto por los turistas y que los autóctonos prefieren que sea así. No seré yo...Además, tampoco está demasiado muy visto hacer fotos, así que tendréis que hacer volar la imaginación! Allí tenía que todo desde una pescadería con encantanto (si, si, creéoslo), pasando por paradites de todo tipo de comer. En una de ellas es donde probamos el mejor lemon cake y pastel de chocolate que nunca había comido. Me dieron ganas de ir a la paradita y decirle a la chica que le pagaba un curso de repostería expres!
Y andando de entre las paradas me topo con una que tenía unos pequeños merengues de colores y de gustos diferentes, con mucho de estilo. Y allá a la izquierda me encuentro con un pequeño tesoro que al menos yo, no sabía que existía. 


Y veo dos libros del club "meringue girls", que son las propietarias de una tienda donde hacen unos meringues, según ellas, especiales. Han sacado dos libros: uno sólo de recetas de merengue y el otro de variado. No dudé ni un momento a comprarme el segundo!
Un gran, gran descubrimiento!
En casa de mi amiga pasé un buen rato hojeando mi nuevo tesoro mientras degustaba los cupcakes!

 


Y finalmente, en un último lugar, una curiosidad que me reforzó nuestra idea de que todo está inventado. El lugar se llama "cereal killer cafe" y es un sitio en el que te vas a tomar un tazón de cereales con leche. 



Así, como si estuvieras en casa. Detrás el mostrador tienes infinidad de cajas de cereales, tantos que no sólo te cuesta escoger sino distinguir uno de los otros en las alturas.

 


Puedes hacer diferentes combinaciones, cereales con crema de chocolate por ejemplo y después te ponen la botellita de leche de vidrio al lado para que te sirvas la cantidad que quieras. La tienda a mí me sobrepasa y ni siquiera tuve fuerzas para leer los carteles de las combinaciones que hay en la pared. Se entiende poco y el estilo de letra cansa.


Pues bien, esta es mi humilde ruta dulce hecha en tres días por Londres. Si, ya lo sé, me quedó pendiente la bakery de la Peggy Porshen pero caía muy lejos y si quería ir, tenía que renunciar a cosas que no quería perder.
Espero que os haya gustado mi super ruta y que os sirva por sí queréis ir!

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2 comentarios:

  1. Pues desde que os fuisteis solo veo tiendas de reposteria y puestecitos de cupcakes. Ire haciendo una lista para la proxima vez que vengais jijijiji

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    1. Jajajjaaj! Pues vete preparando porque nos gustó tanto que seguro que volveremos!
      Besitines mi pequeñe Carolina!! jejjjeej!

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