No-oda a la primavera

La primavera...la primavera... Os habéis fijado que siempre que están hablando dos o mas personas, en el momento en el que una dice “primavera” siempre hay a la respuesta automática de “ la sangre altera”?

 
Es cómo que todo va junto!! Y cuando la persona en cuestión lo dice, parece que todas las otras ya descansamos tranquilas.


 
A la gente le suele gustar la primavera, le suele encantar. Donde vivo yo, junto a la playita, la gente se vuelve loca por la primavera y se empiezan a poner pantalones cortos y tirantes aunque haga un frío que pela. 


Pero da igual, es primavera, sale sol y estoy en la playa! Que más da que haga un viento que hace que coma arena o que tome un café en el  paseo en “modo on playero” y que hace que a la semana siguiente esté incubando una enfermedad....

¡Es que vas demasiado destapada!- que diría mi abuela



 
A partir del 21 de Marzo, es primavera, lo dice el hombre del tiempo y los libros y por lo tanto, toca “modo on primaveral”. Y mira, yo que me la saltaría tranquilamente esta estación.

Y me dice Ferran:

- A sí?

Asiento con la cabeza. 

- Pues es mi segunda estación preferida.



 
Ante mi silencio, y conociéndome como me conoce (sabe que mi época preferida es el verano) continúa:

- Pero te la saltarías antes de que el invierno?
- No



- La saltarías antes que el otoño?
- No
- Ves? También es tu segunda estación preferida.

 

Ya me las hace él estas cosas y entonces me paso ratos perdidos pensando y pensando.
No estoy diciendo que sea la que menos me gusta, simplemente que es una estación que tiene cositas que me sacan de quicio. Es como el tema de las parejas, para que me entendáis. 


Todas tendrán algo que no nos gustará, todas absolutamente. Habrá particularidades de algunos que no te importarán pero en cambio, algunas más insignificantes de otros, harán que rompáis con la relación.



 
De este segundo tipo de parejas es para mí la primavera. Mira que el invierno es dificilillo, y el otoño triste....pero la primavera...es que es puñetera!

Entre otros cosas, soy una de las tocadas por las alergias. La mía, no es suficientemente importante para tratarla, de hecho, no es suficientemente importante para determinarla. 


El único síntoma es una cadena de molestos estornudos que parece que no se acaben nunca, a primera hora de la mañana. Venga a estornudar!!! Y después se marchan igual que han venido. A veces, los días más puñeteros, vuelven.



 
El caso es que en una ocasión me dieron antihistamínico y...qué sueño!!! Qué sueño!!! Señores que yo trabajo con bisturís, no jodamos!!! Y qué sueño!!!

Pero el tema de las alergias se ve que es bastante común y habitual. Que se ve que no me puedo quejar: dura pocos días y “ hay que están mucho peor”,no? Mal de tontos, consuelo de muchos, que diría la  menda que os escribe.







Lo peor de todo de la primavera, para mí...es el tema de la ropa. Es como un dolor de cabeza...! De aquellos que no se acaban.

De pequeña no eres demasiado consciente y sufres las consecuencias estilísticas primaverales de la mano de tu mamá. Las mamás, ellas, con toda la buena voluntad te vestían. Imagino todo el proceso de mi madre.



De buena mañana, se levanta, abre ventanas, saca la cabeza y piensa “sí, hace fresquito”. Abre la puerta de mi habitación, me despierta y me prepara lo que me tengo que poner.

Tengo que confesar que yo no le ponía las cosas fáciles, siempre reclamando estilísmos ya de pequeña. El caso es que ella me ponía bastantes capas “no sea que te enfríes”.

 

Salías de casa...digamos que bien, pero...y a la hora del patio? Aquello sí que era sudar y sufrir! Recuerdo que el patio de nuestra humilde escuela, era el mismo campo de fútbol y ni una miserable sombrita había!! Ni un poquito de fresquito para resguardarte. 

Y venga la camiseta interior, más el jersey fino y después uno de muy grueso. Y todo porque...”hace fresquito”. Y si, al tener la edad que tienes tampoco atinas a sacarte ropa. 


Recuerdo como si fuera hoy aquellos leotardos enganchados en las piernas que creía que no me los podría sacar nunca más!

De adulta sólo hay una diferencia. Sigues cometiendo el mismo error que la mamá de pensar que hace frío y te sigues poniendo más capas de las que haría falta. 


Lo que pasa es que el sentido común y la madurez que te aportan los años hace que te las vayas quitando conforme va aumentando la temperatura ambiental. 

Y así, andas por Barcelona cargada como una mula de ropa, que ya no sabes donde ponerla y que hace que sea un calvario sacar el monedero del bolso; posiblemente perderás una de las piezas o lo que es peor, caminarás metros arrastrando la manga del jersey sin que nadie tenga se digne a avisarte.



 
La vida de la primavera es así de bonita! Primavera? A sí, la sangre altera!

Un día, vi a la magnífica Sara Carbonero, en plena primavera con unas botas rollo cowboy y con un vestidito, de aquellos anchos de entretiempo y que se llevan sin medias.Y pensé “Oh! Esto lo llevaré yo!”.



 
Escogí que el día fuera fresquito para poderme poner las botas pero no lo suficiente plorque tenía que ir con vestido de verano y sin medias. 

Pero me olvidé de la primavera traicionera y el resultado fue claramente desastroso. Me sentía cómo si llevara un abrigo de plumón en pleno verano!



 
En fin, que ya habréis comprobado que mi amor por la primavera es moderado, aunque he de reconocer que me encanta el olor de las flores, los colores de esta estación, descubrir que todavía es de día a las siete de la tarde...tampoco está tan mal!




Así que haciendo un esfuerzo para que esta estación se me haga más ligera...un pastel dedicado a ella, a la más bella, a tú, la primavera! Primavera? La sangre altera!



 
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PD. Millones de gracias a todas las nuevas incorporaciones. Cada comentario que me hacéis me encanta, así que animaros a escribir!

PD. La receta del bizcocho del pastel es del curso que hice con el Alma Obregón, a la que a estas alturas, todo el mundo debéis de conocer. Está buenísimo!




PD. Esta mañana me han dado una sorpresita magnífica. La mami de Davinia, una compañera de equipo, me ha hecho este cacho delantal!!!! I encima, gravado con el nombre de mi blog! Muuuuuchas gracias mami de Davinia!!!!!
No tengáis en cuenta mis pelos Krusty porque era después de un intenso partido!!!



PASTEL NO-ODA A LA PRIMAVERA
Receta de Alma Obregon
Para un molde de 15 cm

INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:

200gr de mantequilla a temperatura ambiente
200gr de azúcar
200gr de harina
2 cucharadas de levadura en polvo
4 huevos
1 cucharada de extracto de vainilla

MÉTODO:

Precalentamos el horno a 170º. Preparamos un molde de 15 cm con spray antiadherente o mantequilla y harina.
Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla blanquee y se integre. Añadir los huevos uno en uno y seguir batiente.
Incorporar la harina, tamizada con la levadura. Añadir el extracto de vainilla.
Poner la masa en el molde y hornearr durante 1 hora aproximadamente (con mi horno he tardado 1,15h) o hasta que salga un palillo limpio.

Dejar enfriar durante diez minutos al molde y después enfriarlo en una rejilla.

Notas:

Yo he utilizado este molde:


 
BUTTERCREAM DE FRAMBUESAS:

INGREDIENTES:

500gr de azúcar glas (mejor icing sugar)
500 gr de mantequilla
2 cucharadas de pasta de frambuesa

MÉTODO:

Mezclamos todos los ingredientes y batimos a velocidad baja durante un minuto. Después batimos cinco minutos a velocidad alta.

MONTAJE:

Ante todo, yo le di forma redondeada al bizcocho.



Dividimos el bizcocho en tres niveles idénticos y lo rellenamos con buttercream. Cubrimos todo el pastel con el buttercream intentando dejar la forma redondeada, trabajando con la espátula y dejamos reponer a la nevera durante media hora.

Cubrimos el pastel con el fondant.





 
Las flores se hacen con “pasta de flores”.
A diferencia del fondant, la pasta de flores la tenemos que estirar muy fina, tanto que incluso se transparentan los dedos.

He utilizado este cortador con expulsor que a la vez, marca el centro de la flor para que después podamos poner el corazón. 


Vamos cortando teniendo la precaución de tapar la pasta de flores que no tocamos para evitar que se seque.





Vamos enganchando las flores al pastel. Empezamos por poner una línea en la zona de inflexión del pastel.


A partir de esta vamos poniendo otra fila paralela, colocando una flor entre las dos de la fila de arriba.


 


Con glasa teñida de color amarillo, hacemos los corazones de las flores y la cenefa de la base.

Pues esto es todo! Espero que os guste!