La arruga es bella, luego.... cupcakes de melocotón bien arrugaditos!


Ya lo dijo Adolfo Dominguez  "la arruga es bella”.

Y pienso yo que tiene razón, entonces... no tenemos que planchar!!! Seguro que él se refería a la arruga de la ropa pero la gente lo malinterpretó pensándose que hablaba de las arrugas de la edad.

Y claro, esta malinterpretación lo beneficiaba y calló. ¡Pero os aseguro que él se refería a las arrugas de la ropa!!! 
¡Y es que no tendría que existir la plancha!!! ¿Qué es este invento? 
O yo la odio mucho mucho, o realmente planchar es incómodo, fastidioso, caluroso...



Y tan caluroso, como que en verano tienes que planchar con una botella de agua al lado para evitar una deshidratación severa y en invierno...en invierno por muy fresquita que tenga la casa acabo igualmente sofocada!!!! ¡Y no precisamente de calor!!!

Yo ya tengo cuidado de comprarme ropa que no se arrugue pero siempre me equivoco. En la tienda la toco, la arrugo y me da confianza pero después ¡siempre me fastidia! ¡Es cuando acaba de pasar por la lavadora cuando saca su peor cara!


Creo que es como una venganza, sí. Creo que la prenda de vestir debe de pensar “bueno vale, te prometí que no me arrugaría, pero te has pasado. Me has dejado dos días con un cesto lleno de calcetines pestilentes que me no me dejaban respirar por no hablar de los tangas pijos que se deben de pensar que el mundo es suyo, me has puesto dentro un cubo donde me han ahogado y me han secado a golpe de centrifugadora que no sabes como llega a marear. Y por si fuera poco, cuando he visto por fin la luz del sol, me has empezado a enjuagar como si me odiaras y me has colgado con unas pinzas de madera como si fuera Jesucristo! Y después rezo para que te acuerdes que llevo dos días allí colgada!”





Pues se venga, claro que lo hace! Y allí me encuentro, casi siempre el Domingo por la tarde (los odio) con la mesa puesta y la plancha muy caliente al lado. 

La montaña de ropa al fondo me mira y me reta. Miro la plancha con respeto y pienso “vigila el brazo Neus, todavía tienes la marca de la ultima vez. No te confíes, ella está esperando cualquier descuido tuyo para quemarte”



Cojo una camisa y la coloco encima la mesa. Ella está calmada pero me mira fijamente desafiándome; de momento, la domino. 



Lo estiro todo el que puedo y empiezo a deslizar la plancha tranquilamente demostrándole que soy yo quien manda. Muy bien, sigo avanzando por el lateral, con cuidado...mierda! ¡Se me ha arrugado el que había planchado antes! "Mantén la calma, Neus, ella sabe cuando te pones nerviosa"





Paso a la parte de delante. La parte de los agujeros superada, ahora entre botón y botón...aix...demasiado pequeño el espacio o demasiado ancha la plancha! El cuello... imposible! 



"Venga, no te desesperes...pasa a las mangas. "


El primer pase creo que bien, giro la camisa y la otra banda de la manga parece una acordeón!!!! Le paso la plancha para alisarla pero cuando consigo que quede más o menos lisa, es la otra cara la que vuelve a estar arrugada!!!

UUUFFFFFFF!!!!!!!!!!!!

¿Sabes qué??? ¿Sabes qué???


¡Que no plancho más! ¡A la mierda! ¡Voy a hacer unos cupcakes!





Y ya sabéis, cuando os encontréis con uno de aquellos domingos por la tarde con una montaña de ropa esperándoos, os la miráis, la apartáis y por dentro id repitiendo La arruga es bella, la arruga es bella .. mientras os preparáis un buen baño de sales relajantes. 


Y después, abrís el ordenador, ponéis lo-cupcake.blogspot.com y os ponéis a intentar una de mis recetas. Ya os aseguro que ellas no son rencorosas y siempre salen bien!





Y para vengarme de la plancha he hecho unos cupcakes de melocotón con un frosting bien arrugadito, bien arrugadito! 



CUPCAKES DE MELOCOTÓN ARRUGADITOS, ARRUGADITOS!

Receta modificada de Alma Obregon.



Para 10 cupcakes


Para el bizcocho:

200g de mantequilla a temperatura ambiente
200g de azúcar
150g de harina
50g de Maizena
2 cucharadas de levadura
4 huevos M
1 cucharilla de pasta de melocotón ( en el apartado de Notas explica lo que es)


Para el frosting:

250g de mantequilla a temperatura ambiente
250g de azúcar glass (icing sugar mejor)
1 buena cucharada de pasta de melocotón



MÉTODO PARA EL BIZCOCHO:

Precalentamos el horno a 170º.

Preparamos la bandeja de los cupcakes con las cápsulas que hayamos escogido.

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla se integre totalmente. Añadimos los huevos.

Tamizamos la harina y la levadura y lo añadimos a la mezcla anterior. Batimos hasta que se haga una masa homogénea.

Añadimos el melocotón en pasta y batimos hasta que se integre y finalmente repartimos la demasiada entre las diez cápsulas, recordad siempre 2/3.

Ponemos al horno unos veinte minutos o hasta que salga el palillo limpio. Los dejamos enfriar a los moldes unos diez minutos y después los pasamos a una rejilla hasta que se enfríen completamente.




MÉTODO PARA EL FROSTING:

Batimos la mantequilla y el azúcar glass (ponéis un pañuelo encima si no queréis dejar toda vuestra cocina llena de una pizca blanca) a velocidad media-alta hasta que quede una mezcla homogénea (unos 5 min).

Añadimos el melocotón en pasta y seguimos batiendo una rato más. Ya veréis qué color más bonito coge!



MONTAJE:

He hecho unas ondas con la “*boquilla”  150 de Wilton y los he espolvoreado purpurina dorada por encima. Es que me encanta!!




NOTAS:


- La pasta de melocotón es esto:
pasta de melocoton

- Si queréis podéis rellenar el cupcake de mermelada de melocotón. Yo no lo hecho por que ya tiene suficiente gusto y me parece que cansaría un poco, pero esto es muy personal.


Que aproveche! Ahora solo falta que lo intentéis!


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