Pastel de crema de chocolate mágico



Hoy estoy emocionada con el pastel de crema de chocolate mágico que he hecho. Es espectacular!!!
Pero a veces las cosas no salen como a uno le gustaría. De hecho, más de las que nos gustaría.
Personalmente a mi cuesta aceptar cuando esto pasa. No pensaba que fuera así hasta que a la edad adulta me ha pasado y no lo he sabido gestionar.
Y la verdad, es que me siento bastante ridícula explicando esto, porque no me estoy refiriendo a grandes problemas personales ni nada de todo esto!
Quizás son cosas que ahora me parecen completamente banales pero que en aquel momento son las más importantes de tu vida! Te falta la respiración y te enfadas con el universo y todo lo que pueda existir porque te ha tocado vivir esto.
Imaginaos que se hace una fiesta, perdón, se hace LA FIESTA. Lo estás esperando desde hace mucho mucho tiempo, con las amigas hace tiempo que habláis. Sabes lo que te vas a poner, sabes como te peinarás y como te maquillarás. Sabes que toda la clase y más gente, estará.
Ya habéis quedado a dormir todas en la misma casa, para poder comer churros recién comprados mientras charláis y charláis sobre la fiesta. 

 Y lo que es lo más importante, sabes que ÉL estará y sabes que será tu oportunidad. Estás esperando aquel gran día. Ya os habéis hecho miraditas en clase y ya habéis hablado un poquito, pero la fiesta tiene que ser el impulso definitivo. O esto crees.
Pero entonces el Jueves por la mañana, estirada en la cama, obres los ojos. Tragas la primera saliva y entonces sientes una punzada a la garganta. Reconoces perfectamente aquella punzada, sabes exactamente lo que es. Ya tienes mucha experiencia, desde pequeña que las anginas te han acompañado. Continuamente, repetidamente y encima, aparecen en el peor momento.
Pero intentas no hacer caso, no puedes ser que te esté pasando esto.
Te bebes el vaso de zumo de naranja, depositando toda la confianza en él cómo si tuviera propiedades milagrosas. Y entonces cuando te comes un trozo de tostada, ves que la amenaza está allí, que es real y que aquel dolor es más que real!

 

Llamo a mi padre que es médico:
- Papa tengo anginas, me tendrías que dar antibiótico.
El silencio a la otra banda del teléfono no es buena señal. Conozco a mi padre y sé que no me lo dará. Después de examinarme la garganta a conciencia, determina que no hay pus, que no hay fiebre y por lo tanto, no hay antibiótico. Sentencia.
- Papa porfavor, porfavor. Sabes que acabará en anginas. No me puedo permitir estar enferma ahora!
(y no me refería sólo en la fiesta, también a los estudios, a los exámenes, al voleibol....noooooo)
Entonces mi padre, con aquella calma que lo caracteriza, empieza a hacer que no con la cabeza, pero no era uno NO de negación. Era uno NO de cómo "dándome por perdida" un NO que no entiendo.

- Qué? - le pregunto sumida en la desesperación.
- Que no sé como puedes decir estas cosas. Se ha perdido el respeto por la enfermedad....así no vamos bien...

 

Y entonces empezó un discurso sobre el ritmo y las exigencias de vida actuales...bla, bla, bla....
Estuve sana justo hasta acabar las clases del viernes. Este mismo día por la tarde ya empecé con fiebre. Entonces vino mi padre con su palito y lucecita y confirmó que AHORA tenía anginas.
Y entonces, me dio antibiótico. Tengo que decir que la acupuntora a la que voy está encantada con mi padre! No hay que decir nada más!

Bien, pues, por los gafes cómo yo, por los que tienen anginas de repetición, por los padres que no quieren dar antibiótico por nuestro bien...un pastel mágico de chocolate!!! Mmmmmm....del blog Give recipe... mejor imposible!
 

PASTEL DE CREMA DE CHOCOLATE MÁGICO
Para unas 10 persones

Ingredientes:

4 huevos a temperatura ambiente
1 cucharilla de extracto de vainilla
260 gr de azúcar
75 gr de harina
30 gr de cacao en polvo sin azúcar
110gr de mantequilla fundida
500 ml de leche a temperatura ambiente
sucré glacé para echar por encima

Precalentamos el horno a 160 ºC. Forramos un molde de 30 cmX 17 cm aprox. con papel de horno.
Separamos las claras de las yemas. Batimos las claras en un bol hasta que monten y reservamos aparte.
Batimos las yemas, el azúcar y el extracto de vainilla hasta que queden integrados.
Añadimos la mantequilla fundida y batimos durante medio minuto.
Añadimos la harina y el cacao y removemos con una espátula hasta que quede integrado. Vamos poniendo la leche mientras no dejamos de batir. Finalmente vamos añadiendo las claras montadas, con una espátula, sin ser demasiada bruscos.
Ponemos la mezcla al molde y horneamos durante 60 minutos.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente, desmoldamos y servimos espolvoreado con azúcar glacé.



NOTA:

- Os quedará una masa muy líquida, no os asustéis al ponerlo en el molde.
- Mi horno siempre sube más la temperatura al rato de estar encendido. No lo tuve en cuenta i se hizo demasiado, sin quedar lo líquido que debería el parte media del pastel. No pasa nada, está rico igual pero pierde la gracia.

- Si no tenéis el mismo molde podéis hacerlo con otro pero tened en cuenta que a menor grosor del pastel menos tiempo de horneado.

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