Hem rebut la primera participació a Lo Cupcake Vintage; de fet ja fa un temps però l'agenda i uns problemes tècnics no ens deixava publicarlo!!Li demanem disculpes a la Carol que ens ha enviat una enternidora historia de la seva àvia amb una magnífica recepta. Moltes gràcies per dedicarnos aquest text, la recepta i el teu temps! Aquí us la deixo!
Hemos recibido la primera participación en Lo Cupcake Vintage; de hecho hace ya un tiempecito pero la agenda y unos problemas técnicos no nos dejaba publicarlo!!! Le pedimos mil disculpas a Carol que nos ha mandado una tierna historia de su abuela con una magnífica receta. Muchísimas gracias por dedicarnos este texto, esta receta y tu tiempo! Aquí os la dejo!
Recordeu que podeu participar amb l'idioma que vulgueu.
El "Adoz" con leche de Carol
"Cuando yo era
una niña pasaba los veranos en casa de mi abuelos. Una enorme casa con establo,
jardín, huerto y hasta un pozo. Así que viví una infancia preciosa rodeada de
gallinas, vacas y ovejas. Me encantaba buscar cuarzos en los caminos de tierra,
recolectar moras y sobre todo degustar los postres de la abuela Pepa.
Mi abuela, que
vivió la escasez de los tiempos de guerra, era una ama de casa austera y sus
postres de cabecera siempre fueron tan sencillos como el flan, las rosquillas o
el arroz con leche.
Aún recuerdo
un fin de semana que nos dejó solos a mi abuelo y a mi con toda la comida hecha
de antemano. Mi abuelo, que es el hombre más goloso de la comarca y yo, que
tendría unos 4 años, solo nos alimentamos del enorme cazuelo de arroz con leche
que nos dejo para los postres. A su regreso, mi abuela nos echó una bronca
monumental que solo se apaciguó cuando yo interrumpí diciendo; “aguelita, es
que me encaaaaanta el adoz con leche”.
Esta historia
la contó innumerables veces a lo largo de su vida y se podía ver en su rostro
la felicidad al recordar aquella frase que yo pronuncié de niña.
La abuela Pepa
tuvo una vida difícil como la mayoría de las mujeres de su generación. Ella
tuvo que dejar a mi madre con 3 años de edad en el pueblo con parientes para
emigrar con su marido a Venezuela. No puedo imaginarme el sufrimiento que paso
en un país extranjero, echando de menos a su hija y trabajando duro para
ganarse la vida. Mi madre finalmente
viajó sola a Caracas un año y medio más tarde.
Contaba mi
abuela con lágrimas en los ojos como se saltó las vallas de seguridad del
aeropuerto cuando vio a la azafata desembarcar con su niña en brazos. El equipo
de seguridad venezolano intentó detenerla sin éxito y en el control policial no
hubo ninguna duda de que aquella niña era de mi abuela, pues la pequeña dijo
“¡mama!” en el reencuentro y se echó a sus brazos. Estoy completamente segura
que fue el momento más feliz de su vida.
Hace algún
tiempo que me di cuenta de que a veces hablo de mi abuela en pasado. cuando en
realidad ella aún esta con nosotros a su manera. Hace años que se encuentra en
la fase más avanzada de la enfermedad de alzhéimer, privada de toda forma de
comunicación o entendimiento. Afortunadamente en su carita de ángel se puede
ver que bajo los cuidados de mi tía Nines ella es feliz.
Hace no muchos
años, cuando mi abuela alternaba fases de lucidez con episodios de pérdida de
memoria, nos contó en una reunión familiar la historia del reencuentro de
Venezuela por última vez. El ambiente se impregnó de emoción y a la vez de
tristeza, dado que siempre se arrepintió de haber dejado a su niña tan pequeña
en España. Nadie sabía que opinar al escuchar sus palabras y en aquel silencio
solo se me ocurrió decir; “Abuela, ¿te acuerdas de aquella vez que nos dejaste
al abuelo y a mi solos un fin de semana?” Y como por arte de magia su
enfermedad me echó un cable y mi abuela se olvidó del motivo de su pena. Sus
ojos vidriosos se esfumaron para regalarnos una gran risa inocente mientras
comenzaba a contarnos la historia del “adoz con leche”."
ARROZ CON LECHE
Ingredientes:
1 y 1/2 taza de leche
170 gr de arroz
Piel de un limón
1 rama de canela
200 gr de azucar
1 cucharada de mantequilla
1 pizca de sal
Método:
Ponemos la leche junto la canela y la piel de limón a hervir. Echamos después el arroz y la mantequilla y lo cocemos a fuego lento mientras removemos continuamente hasta que se cueza; aproximadamente unos 20 min.
Entonces apagamos el fuego y echamos el azúcar y seguimos removiendo. Dejamos enfriar.
Listo para comer un riquísimo arroz con leche!
Quina història més dura i més tendra alhora! Un inici de luxe per a la secció vintage. Petons.
ResponEliminaSi, supercontenta amb la col·laboració tan maca!
EliminaMolts petonets!
Gran història, gran àvia i gran recepta! Una primera col·laboració fantàstica! Una abraçada!
ResponEliminaSiii!!! Moltes gràcies guapa!
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